OUBIÑA Y SU CONDICIÓN
EL ALEPH
JOSÉ ROMERO
P. SEGUÍN
Se examinó Laureano Oubiña para la condicional y cateó en materia social, lógico, lo suyo es lo asocial. Nada, de todos modos, que no puedan corregir unas pasantías de la mano de desfavorecidos y drogodependientes.
En un principio entendí, sin comprender, que en el afán de probar la convalidación de la experiencia laboral habían elegido a un exnarco y exconvicto para orientar a personas en ese amargo trance, y como tal necesitadas de buenos cuidados, nobles consejos y excelsos ejemplos. Porque, en qué les puede instruir Laureano que no acabe siendo perjudicial para su ética y letal para sus penales.
Según el juez no va a enseñar sino a aprender: “A continuar el proceso de introspección personal y la asunción del daño que causa el narcotráfico”. Y hacerle ver:” El valor del respeto a los derechos humanos”. A tomar, en suma, conciencia del daño ocasionado. Añadiendo: “Que en estos delitos más allá del cumplimento de la pena la responsabilidad del reo se diluye al no existir víctimas concretas.”
Está además lo de la oferta laboral contrastada, y él, con sus 65 años tiene toda una vida profesional por delante.
Se ve que todo invita a la gracia.
Pero: si desconocía el daño que ocasionaba, si no tenía conciencia de obrar mal, si no indagaba en el yo, si desconocía el valor de los derechos humanos y en sus delitos no hubo víctimas concretas. Cabe, entiéndase la ironía, preguntarse: ¿no habremos juzgado y condenado a un incapaz?
EL ALEPH
JOSÉ ROMERO
P. SEGUÍN
Se examinó Laureano Oubiña para la condicional y cateó en materia social, lógico, lo suyo es lo asocial. Nada, de todos modos, que no puedan corregir unas pasantías de la mano de desfavorecidos y drogodependientes.
En un principio entendí, sin comprender, que en el afán de probar la convalidación de la experiencia laboral habían elegido a un exnarco y exconvicto para orientar a personas en ese amargo trance, y como tal necesitadas de buenos cuidados, nobles consejos y excelsos ejemplos. Porque, en qué les puede instruir Laureano que no acabe siendo perjudicial para su ética y letal para sus penales.
Según el juez no va a enseñar sino a aprender: “A continuar el proceso de introspección personal y la asunción del daño que causa el narcotráfico”. Y hacerle ver:” El valor del respeto a los derechos humanos”. A tomar, en suma, conciencia del daño ocasionado. Añadiendo: “Que en estos delitos más allá del cumplimento de la pena la responsabilidad del reo se diluye al no existir víctimas concretas.”
Está además lo de la oferta laboral contrastada, y él, con sus 65 años tiene toda una vida profesional por delante.
Se ve que todo invita a la gracia.
Pero: si desconocía el daño que ocasionaba, si no tenía conciencia de obrar mal, si no indagaba en el yo, si desconocía el valor de los derechos humanos y en sus delitos no hubo víctimas concretas. Cabe, entiéndase la ironía, preguntarse: ¿no habremos juzgado y condenado a un incapaz?
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