02 de enero de 2012 Contacte con farodevigo.es
La Consellería de Cultura prepara un decreto para el impulso de su actividad inspectora
Anuncio de alquiler para el verano en Oleiros, A Coruña. // F. Martínez
ALEXANDRA MOLEDO - A CORUÑA La competencia desleal ha sido uno de los principales caballos de batalla al que han tenido que hacer frente los hosteleros gallegos en un 2011 ya de por sí complicado debido a la caída de los precios y de la rentabilidad para poder mantener las cifras de ocupación. Este fenómeno obligó a la Consellería de Cultura e Turismo a tomar cartas en el asunto e impulsar un plan especial de inspección durante el verano contra los alojamientos que incumplían la ley. El departamento autonómico tuvo constancia el año que acaba de despedirse de 1.663 establecimientos o plazas hoteleras ilegales y sancionó a 172 locales.
Teniendo en cuenta que este problema afecta al sector sobre todo en la época estival, el Ejecutivo gallego está trabajando en un decreto para revisar si las sanciones recogidas en el actual plan de inspección deben ser modificadas para resultar más efectivas, y cómo abordar las nuevas formas de competencia desleal surgidas gracias a las nuevas tecnologías, con especial atención a la publicidad engañosa a través de la red.
El reglamento vigente en materia turística clasifica el alquiler ilegal o sin tener la oportuna licencia como una falta grave perseguida con sanciones que oscilan entre los 900 y los 9.000 euros. La secretaria xeral de Turismo, Carmen Pardo, destaca la dificultad para detectar los apartamentos y bajos alquilados ilegalmente a turistas porque "los inspectores no pueden entrar en viviendas particulares". Por eso, solicita la colaboración del sector para denunciar los casos de los que tenga constancia.
De hecho, los hosteleros fueron los que lanzaron la voz de alarma sobre este problema el pasado verano y alertaron que solo en la capital gallega había 3.000 alojamientos mientras que en toda Galicia calculaban unas 10.000 habitaciones alquiladas fuera de la legalidad.
Los inspectores del Gobierno autonómico trabajan precisamente en base a las denuncias de particulares o asociaciones de hostelería, pero además se encargan del "rastreo de páginas web" que, según Pardo, son uno de los instrumentos más usados en la actualidad por las personas que ofertan alojamientos ilegales. La secretaria xeral de Turismo también destaca la necesidad de ampliar las inspecciones a la restauración o a los cámpings.
Por otra parte, en la nueva ley de turismo aprobada a finales del pasado octubre también se aborda la figura de los furanchos que deberán acogerse a la fórmula de cafetería, bar o restaurante si no quieren quedarse fuera del marco legal. El texto elimina además la obligatoriedad de que los apartamentos que se alquilan solo por vacaciones se den de alta en un registro para justificar que desempeñan una actividad turística. A partir de la entrada en vigor de la nueva normativa, bastará con que el titular del piso presente una declaración responsable ante la Xunta. Pardo insiste en que se diferencie este tipo de apartamentos que se alquilan solo en julio y agosto en zonas de veraneo de los que se ofrecen a estudiantes todo el año, a los que no afecta la legislación turística.
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