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sábado, 25 de enero de 2014

EDUARDO RUBIANES

LA ESQUINA:                 ESTADO DE SITIO

            Amigos: “La gente que muerde la mano que los alimenta, normalmente, lame la bota que los patea” (Eric Hoffer). “Los que aseguran que es imposible, no deberían interrumpir a los que lo estamos intentando” ( Thomas Alva Edison).  Identificados, dentro de nada, habrá que ir con el DNI en la boca,  si esto no es un estado de sitio, voy a tener que bajar a los infiernos y solicitar entrevista con el condenado Hitler y preguntarle que es. A partir de hoy declaro Sanxenxo, zona de guerra, en la que vale todo. Al menos lo digo, no como otros que acostumbrados al caciquismo imperante desde siglos ah,  extienden unas posesiones alquiladas y no pagadas, como los auténticos reyes del mambo y lo peor que las fuerzas del orden,  léase las que cuadran, les hacen el caldo gordo,  y para más inri, les ríen las gracias y les bailan una bachata. Lo que diga el señor. A sus órdenes.  Señor, sí señor. Es que hay que verlo para creerlo, es que si no lo veis, es difícil explicarlo. En estos momentos estando aquí, te trasladas a las buenos años de Himmler y Cía, en Alemania, unos cuantos son alemanes de pura raza, y el resto, somos los parias, los judíos, que estorban y hay que eliminar. Miradas de odio exacerbado, entre vecinos  de toda la vida,  incluso familiares, es absolutamente anormal y fuera de toda lógica, como en una guerra civil, solo faltan los tiros de gracia, que si esto sigue así, imagino que no faltaran. Creo de todas maneras que solo es una guerra psicológica, que ganara el que más aguante las fuerzas y la presión. Es un órdago entre una entidad privada, Club Náutico, y una gran mayoría de vecinos, representada por la plataforma SOS PANADEIRA. Y como siempre ocurrió hasta épocas recientes, todo el monte es orégano, y aquí no se mueve ni dios. El ordeno y mando, pulula por estos lares como perico  por su casa, aberrante que en estos tiempos aún ocurra esto. Una guerra civil psicológica y de bajo trasfondo callejero, en la que cada cual señala al otro como el malo, en la que la zancadilla y las miradas de crueldad extrema,  se ciernen sobre el contrario en cada bocanada de aire que respira, esto no es un pueblo veraniego, esto es un Titanic,  a punto de hundirse en las aguas de un egoísmo atroz, de cuatro y el quiqui de turno contra el resto. Lo de siempre, el vil metal, contra la pureza del medio ambiente, el mal llamado progreso, contra la naturaleza misma, contra el mar, la arena de sus playas, la fauna y flora de sus fondos, y la pureza de sus aguas. Convertidos en un estercolero. Es eso el progreso?, pues por encima de mí, y veinte mil más. Ni de coña. De todas maneras, siempre digo que cada pueblo tiene lo que se merece, y cada país también, como este en el que malvivimos, con tanta corrupción, tanta mentira,  e hipocresía barata. Pues esto es igual pero en muy pequeñito, lo mismo, ahora imaginároslo, y aquí no hablo de políticos, por una vez, aunque todos y cada uno, deberían hacer algo más para calmar ánimos, poner paz, y dar un golpe en la mesa, hacer valer, la dignidad y destapar la mentira corrupta. Algún día se arrepentirán. Un saludo amigos. Saude e Terra.     Fdo. Eduardo JJ Rubianes Calvo


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