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domingo, 10 de junio de 2012

La esquina de Eduardo Rubianes



LA ESQUINA:                   LA MIEL Y LA HIEL

Amigos :  “Con el dinero que se ha usado para salvar a los bancos, habría 600 años de un mundo sin hambre” (Manfred Max-Neef).  Por supuesto esto no es demagogia barata, es una realidad incuestionable. Aunque el sistema capitalista y fascistóide  en el que estamos sumergidos, esclavizados y altamente controlados hasta puntos que rayan lo inhumano, es lo que tiene, y no nos quejemos es el que hemos elegido y al que nos arrimamos cundo nos conviene y rechazamos cuando nos vienen mal dadas.  Aquí no  hablo de colores o de banderas, rojas, azules o coloradas, voy mucho más allá, este es un sistema que se retroalimenta a si mismo, da más al que pueda ofrecer más. Para producir más. Poco importa el ser humano como tal, con sus sentimientos, con sus problemas personales, con sus penas, o enfermedades. Tan solo interesa porque es un punto de producción, para generar más dinero. Para generar más riqueza. Y pobre del que esta fuera de esa maquinaria,  entonces no interesa, está de sobra, de más, no genera riqueza, la consume, entonces está perdido. Caput. Es un modelo tan maquiavélico, que nos convierte en maquinas, en robots de producción, en elementos de engrase y fiabilidad potencial para que siga funcionando sin parar. Amigos como os han engañado. Os han puesto la miel en los labios y de repente se convirtió en hiel,  y como todo modelo planificado sin el sentimiento  la pureza y el raciocinio del ser humano, tuvo errores de bulto, si falla un eslabón de esa cadena productiva, todo se viene abajo como un castillo de naipes, como sucede. A mas producción, más dinero, a más dinero mas consumo, a mas consumo, mas endeudamiento, y a mas endeudamiento, la quiebra. Como se soluciona, engrasando el sistema, inyectando dinero, pero no lo hay, solo deudas, resultado quiebra. Lo que tantas y tantas veces avise aquí. Ha ocurrido. No hay otra solución a la vista, que cambiar el modelo. Pero seguiréis haciendo de robots porque ahora el sistema os pide misericordia, perdón, auxilio ¿No habíamos quedado, que los robots no tienen sentimientos? Un puñetero engaño. no hay perdón.  Un saludo, Saude e Terra.
                                                                                          Fdo. Eduardo Rubianes Calvo                                                                                      

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