EDUARDO RUBIANES

LA ESQUINA:             SUEÑO DE AMOR

                Amigos: “El amor, no es como lo pintan, ni como lo cantan, ni siquiera como lo escriben, el amor es como lo sienten” (anónimo). En nuestro caminar siempre debemos dejar huellas nunca cicatrices. (anónimo).  Hoy queridos amigos, os voy a escribir un relato, hora es que de cuando en vez, nos dejemos llevar por los sueños, y que todos tuvimos alguna vez. “Ella, nuevamente estaba en mi sueños. Una brisa de colores de cariños y ternuras la acariciaban. Se movía su cabello suavemente formándose una cola de cometas que acarician el universo. De Ella, se desprendían en una danza armoniosa estrellas pintadas de azul, ámbar y nácar. Al fondo, el Ocaso se pintaba de fuego, miel y amor, dándole paso a una luna llena tan hermosa en su esplendor que la noche dejaba de ser noche. Se convirtió todo en un atardecer de sentimientos que fundía la noche y el día, que fundía el sol y la luna. El resultado, un horizonte que se elevaba hacia el cielo formado de nubes de color dorado y plata. Seguía la brisa acariciándote, y tu mirabas emocionada aquella hermosa vista. En tanto, te miraba yo a ti, porque en el sueño, eras lo más bello y maravilloso, Dejaste de observar tan hermoso espectáculo, y mirándome a mí, me pedías que jamás dejara de amar porque querías ser eterna e infinita como el amor que yo sentía por ti. Fui hacia tu esencia. Seguía extasiado con tu belleza, Como siempre. Pero ahora estabas tan cerca de mí, que miraba tu bello rostro sintiendo emociones de amor, que me hacían desear ser eterno para así amarte por siempre y hacia el infinito. Te dije, seré eterno, para que en sueños los dos seamos por siempre. Sueños eternos donde pueda acariciar, tus cabellos, tus labios, tu piel. Sueños eternos para los dos. Y tú mirándome a los ojos me dijiste, acaricia mis cabellos, mis mejillas, mis labios. Hazme eterna con tus caricias de amor. En ese momento, caí en cuenta que estaba en un sueño, sólo todo esto podía pasar en un sueño, pero era tan real, que me pregunté, como hago?, para no despertar nunca más. Como hago?. Me dijiste, no despiertes, así lo que no podrá ser en la realidad, lo viviremos para siempre en este sueño tan bello y maravilloso. Un sueño de amor donde para la eternidad estarás a mi lado. Un sueño eterno, donde por siempre me podrás amar y así me eternizarás. En ese instante, lágrimas de amor se deslizaron por mis mejillas. Había despertado. Dejé que las huellas de mi desconsuelo se secaran en mi rostro por sí mismas. En tanto, ya en la realidad como incontables veces, suspirando, pronuncié tu nombre. VIDA.” Hasta aquí amigos. Un saludo a todos. Saude e Terra.                                                    Fdo. Eduardo Rubianes Calvo