Eduardo Rubianes

LA ESQUINA:         EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

            Amigos: “ Nos envejece más la cobardía que el tiempo, los años solo arrugan la piel pero el miedo arruga el alma” ( Facundo Cabral ).

            Dando por sentado,  que este sistema democrático es siempre la misma mierda y lo único que se cambia son las moscas,  que no avanzamos, sino todo lo contrario, el desmantelamiento del tejido industrial y competitivo, es general, los obreros en la calle, los billetes no circulan, bueno la mayoría, ya no están en este país. Sino en los puñeteros infiernos fiscales. Como vengo avisando hace tiempo. Tendré que empezar a dar nombres y datos concretos. El sistema judicial, tan corrupto como el político, aunque menos que el económico, se da como cierto, que beneficia siempre a los mismos, al Poder, utilizando el martillo pilón contra el pueblo, el ciudadano que sostiene el país,  mientras ellos se aprovechan, lo estáis viendo día a día. Creo llegado el momento, de decir las cosas por su nombre. Aquí los cobardes no tienen cabida,  y en este país, el miedo general, el pavor, el terror, el pánico convierte al mismo, en una fábrica de ganado borreguil, es el silencio de los corderos. Al miedo se le derrota con su propia medicina, dar más miedo. Me niego en rotundo al conformismo, porque sé que el pueblo tiene razón, siempre la tiene. Tan solo tiene que levantarse, ahora ya no podemos andar con tonterías, teníamos derechos civiles, derechos constitucionales, unos ahorros y  libertades, ahora, ya no. Y los esbirros  al servicio del Régimen, hablo de las fuerzas de inseguridad, a quien aseguran es a sus jefes, no al ciudadano, a quien aporrean y maltratan en cuanto les dan la orden, y no saben negarse, y plantarse,  cobardes, gusanos. Otros más del rebaño. No están al servicio del pueblo, sino contra el mismo, como el resto del sistema, y ya no son queridos, por lo tanto la única posibilidad es el alzamiento popular. La única defensa somos nosotros mismos unidos,  los cobardes, que se hagan a un lado. Los que amamos las libertades que nos regalaron nuestros abuelos, Tenemos que recoger su testigo y alzar su bandera que es la nuestra, la de la Libertad. Vale más vivir un día de pie que cien de rodillas. Aunque esto parezca una proclama y o una declaración belicista, no lo es. Tan solo,  que ya no doy más de comer a los perros.  Se acabó. Finito.  He dicho. El próximo día os comentare de otros que bailan al son del  Régimen Autárquico. Los Munipas de la zona azul de Villagarcía. Doblemente necios como sus mandamales. Que abusan y cometen dolo a sabiendas. Se lo demostraré, pedazo rebaño Un saludo amigos.  Saude e Terra.                                   Fdo.  Eduardo Rubianes Calvo