LA
ESQUINA:
CUANDO UN AMIGO SE VA.
Eduardo Rubianes
Amigos: “ Una amistad no crece por
la presencia de las personas, sino por la magia de saber que aunque no las
veas, las llevas en el corazón”
“Si
me necesitas llámame. No importa si estoy durmiendo, si estoy enojado u
ocupado, si me necesitas, si necesitas hablar conmigo, estaré aquí para ti
siempre. No importa lo grande o pequeño, que sea tu problema. Yo estaré ahí.” Hoy, quiero, y me apetece, recordar a un buen
amigo, más que eso, a una de esas personas, que una vez las conoces, ya nunca saldrán de tu corazón, mentiría si os digo que tengo palabras para
definir mi amistad personal, de infancia, es verdad no las tengo. Nacimos en el
mismo barrio. Es de esas cosas que se te quedan grabadas en la sangre que corre
por tus venas, y están insertadas en tu ADN incluso. Querido amigo Gonzalo, no
voy a hacer un panegírico, de tu sapiencia en el mundo de las letras y de la
poesía gallega, y menos de tus andanzas en la política o de tu ideología. No,
amigo, solo te recordare, como ese amigo
que desde la infancia, jugábamos en las calles, hasta que anochecía, y nos
retirábamos a nuestras casas, al día siguiente, sabía que tú ibas a estar allí
como siempre. Pasaron bastantes años, y nuestra amistad y camaradería, nunca
decayó, es más, se volvió fuerte y forjada sin fisuras como el hierro, a fuego.
El pasado día 22, me dejaste, así de repente, y lo que es peor sin
despedirte. No fui capaz de asistir a tu
funeral, querido amigo Gonzalo, porque el golpe a mi línea de flotación hizo
peligrar mi estabilidad emocional. Tú eras para mi, uno de esos pocos, muy
pocos amigos que la vida te da escoger, y nos escogimos desde niños. Parece que te veo a la vuelta de una esquina
por la Baldosa, tu barrio y el mío de siempre, y sé que siempre estarás vivo en
mi recuerdo, te has llevado contigo parte de mi
infancia, juventud y madurez, y eso, será imposible de recuperar y menos
de olvidar. Querido amigo, Gonzalo Bouza Brey. Estas palabras que te digo aquí,
no son nada, comparadas con el dolor que siento en el alma. Es verdad lo que
dice la canción, cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro
amigo. Ese espacio, como duele, mi amigo. Como sangra. Descansa en paz. Mis más
sinceras muestras de cariño a tus hijos, Gonzalo y Olaya. Un saludo amigos,
Saude e Terra. Fdo. Eduardo Rubianes Calvo
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