Enemigos íntimos en Sanxenxo
Etiquetas: Adrián Rodríguez, Crónica política local05/02/2013 - Adrián Rodríguez (Pontevedra)
¿Cómo se pasa de una buena relación entre dos compañeros socialistas a un enfrentamiento casi físico en el que el uno llama el otro “pesetero traidor” y el otro responde “pesetero tu madre”? Eso es lo que ha ocurrido entre José Luis Rodríguez Lorenzo, alcalde socialista de Sanxenxo entre 1993 y 1999 y ahora socio de gobierno del grupo de Gobierno con VIPS, y José Buezas, histórico militante del PSOE que tras las pasadas elecciones municipales se convirtió por primera vez en concejal tras haber sido secretario de organización durante algunos años.
Todo se empezó a torcer cuando acababa la primavera de 2011. SAL, la escisión del PP había dejado sin mayoría absoluta a la alcaldesa ‘popular’, Catalina González Bea, y se presentaban cuatro opciones posibles de futuro: gobierno del PP en minoría, gobierno del PP aliándose con la escisión de SAL, cuatripartito de SAL, PSOE, BNG y VIPS o coalición PP-VIPS. Fue esta última la que finalmente se impuso, y el tiempo ha demostrado que ha sido un pacto estable que ha sobrevivido a fuertes problemas y turbulencias de altura.
No era lo previsto por dos razones fundamentales: una, por el carácter del líder de VIPS, Rodríguez Lorenzo, que al fin y al cabo había sido alcalde y podía llevar mal lo de convertirse en un concejal más; y, otra, porque Lorenzo provenía del PSOE y no parecía una alianza muy natural por más que ahora liderase un partido independiente.
Ese pacto provocó heridas porque, en el fondo, la oposición no dejaba de soñar con un cuatripartito que arrebatase la Alcaldía al PP tras doce años de gobierno. Rodríguez Lorenzo fue a lo seguro y forjó un acuerdo de dos, que es más fácil de manejar que uno de cuatro, y se hizo con la concejalía de Medio Ambiente y una tenencia de Alcaldía con un sueldo que ha servido de base a Buezas para su calificativo de «pesetero».
Hay dos versiones, claro, de cómo surgió el problema entre los dos concejales. Por un lado está la del lado de Rodríguez Lorenzo, que sitúa el inicio en el resquemor provocado por el hecho de que el bipartito PP-VIPS dejó sin tocar poder a los socialistas, y por otro el de Buezas, que opina que todo se torció cuando él entró en la Corporación como número dos de la actual portavoz socialista, Dulcinea Aguín, que era quien junto a la dirección comarcal y provincial del PSOE, con Modesto Pose a la cabeza, había cerrado el regreso de José Luis Rodríguez al partido del puño y la rosa.
Porque antes de fundar Veciños Independentes por Sanxenxo (VIPS), el exalcalde, que abandonó la Corporación al poco tiempo de perder las elecciones de 1999 frente a Telmo Martín y poner rumbo a las Islas Canarias, volvió en 2006 con ganas de regresar al PSOE. Lo intentó y puso tres condiciones: que el partido se lo pidiese, que él fuese el número 1 de la lista en las siguiente municipales a celebrar en 2007 y que Dulcinea Aguín se colocase su número 2. No se dio ninguna de las tres y pese a que aseguró que era imposible que se presentase por un partido independiente («Yo nunca iré en un partido independiente. Podré estar equivocado pero voy a morir con estas ideas. No me fío de ellos», declaró entonces a este periódico), al poco tiempo fundó VIPS.
Las obras están en proceso de legalización, pero Rodríguez Lorenzo recordó la polémica en el Pleno del lunes justo después de que Buezas pidiera la dimisión de la alcaldesa por cómo ha llevado el Concello el proyecto del colegio nuevo para Vilalonga. Fue el concejal de VIPS el que respondió a Buezas dejando en el aire una pregunta: «¿No se puede inhabilitar a un concejal que lleva a cabo una obra ilegal cuando su obligación es precisamente que se evite cualquier tipo de ilegalidad?». Aquello encendió a Buezas, y tras el Pleno, ambos se encararon («como se fosen a chegar ás mans», relató un testigo). Entre empujones y la mediación de terceras personas, fueron separados. Antes de que se calmasen las aguas, Buezas asegura que el exalcalde le dijo ‘te voy a clavar’, lo que ha provocado la presentación de una denuncia por parte del edil socialista. En poco tiempo se sabrá si el proceso judicial sale adelante y si es el único que se inicia, pero lo que está claro es que ha supuesto un punto de no retorno entre dos concejales que tendrán que seguir aguantándose en los plenos al menos dos años más y que ahora son, por así decirlo, enemigos íntimos.
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Eran los tiempos de José Luis Rodríguez en la Alcaldía, mediados de los años 90, con su grupo municipal lleno de unas turbulencias que lo dejaron en minoría y lo abocaron al fracaso en las elecciones de 1999. En la bancada ‘popular’, al fondo, se puede ver a la actual alcaldesa, Catalina González; a Manuel Otero Pombo; a Francisco Villaverde; o a Fernando Villaverde. Se da la circunstancia de que los tres últimos acabaron distanciados del PP, los dos primeros en la escisión de SAL, y el tercero, sin afiliación conocida tras amagar con un partido nuevo.
Pero incluso después de que dejara el PSOE y se abriese camino con esa nueva formación, las relaciones entre el exalcalde y Buezas se podían considerar buenas. Un par de ejemplos. Después de regresar de Canarias, Rodríguez Lorenzo quiso vender un piso que tenía en la calle Progreso, casi enfrente de la sede de los socialistas. Buezas, dedicado al mundo de la construcción, llegó a tener las llaves de esa vivienda por si encontraba un comprador. Rodríguez Lorenzo dice no recordar este episodio, pero tampoco lo desmiente. El otro ejemplo es que la empresa de Buezas contrató encargos a la firma en la que trabajó Rodríguez Lorenzo, Armarios Alonso.Sin embargo, ahora todo está roto. Si el inicio del enrarecimiento del ambiente surgió en las elecciones de 2011, el episodio que lo desencadenó todo fue una obra ejecutada por la empresa de Buezas en la avenida de León, a la entrada de Sanxenxo si se va desde Pontevedra, por la que el Concello abrió un expediente urbanístico.
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