La esquina de Eduardo Rubianes

LA ESQUINA:                    ALGUN DIA

            Amigos:  Ella se llama Paqui, el, Balbino, ella una edad sin determinar, él 74 años, un matrimonio que conocí un día en la terraza de una cafetería de Pasajes de San Pedro, a 3kms, de Donostia., y en ese mismo instante, supe, que tenía dos amigos. El, hombre bonachón,  muy socarrón y sobre todo un gran ser humano. Ella, su escudera, de Corme, La Coruña, aunque llevan casados toda una vida en ese lugar. El, un castellano de pura cepa, aunque tantos años alejado de su tierra, le convierten en un vasco mas, lo mismo digo de Paqui, echa de menos a su Galicia natal, pero por sus poros vive y siente el lugar donde encontró un buen día la felicidad. Dicen que cada uno es de donde es feliz. Pues eso mismo. El cuenta un chiste, ella sonríe, yo me rio claro pues su forma de contarlos es muy suya, y hace gracia tan solo escucharlo, ella habrá escuchado el mismo chiste 1000 veces, pero sonríe como la primera vez, con solo una mirada entre ambos ya se dicen todo, La sincronicidad, producto de un amor, llevado día a día con el máximo celo y cariño, les señala como una pareja perfecta. De esas que cada vez se encuentran menos, la admiración, y el apego que en un servidor causaron ambos, durara por los siglos en mi corazón,  el recién operado, y ya recuperado, ella, es su timón,  fiel capitana de su nave de la vida. Una nave que aun con sus sinsabores  han llevado con honestidad y amor.  El ultimo día, antes de regresar, me despedí de ambos, delante de su portal, sabia ciertamente que dejaba allí dos amigos, no sé si volveré, el abrazo que me dio Balbino, dejo sus pupilas húmedas, contagiando las mías, un presentimiento que quizá nunca nos volveremos a ver, porque esta vida con las vueltas que da, pierdes el Norte.  Les prometí que les dedicaría un artículo, y la promesa queda cumplida, queridos amigos Paqui y Balbino. Desde aquí os deseo, toda la felicidad del mundo que tenéis que siga hasta el infinito. Sabéis que en mi alma siempre tendré un recuerdo de vuestra sincera amistad. Gracias por ser así.  Y hasta que nos veamos algún día.  Un saludo a todos amigos. Saude e Terra.

                                                                                         Fdo, Eduardo Rubianes Calvo