LA
ESQUINA: MALOS
MOMENTOS
Amigos: “Cuando un pueblo alza su
voz, nadie lo puede detener. Jamás la cobardía dio a algún pueblo, dignidad.
(Anónimo). Está claro, que vivimos en
unos tiempos de incertidumbre a todos los niveles, social, económica, política,
judicial, policial, y financiera. Los
valores morales y sociales, campan a sus anchas en los confines del limbo,
desde luego por aquí no los veo. Por un lado. Nuestros padres de la Patria, los
políticos, que deberían jugar un papel ejemplarizante hacia su pueblo, en una
minoría aplastante, nos marcan el camino incorrecto, con sus corruptelas y
grandes orgias financieras ilegales, de meto mano a la buchaca y miro para otro lado que me da
la risa. Desde luego un país medianamente serio no debe tener este tipo de
cuervos en sus altos cargos políticos. Por supuesto no son todos, hasta ahí
llegarían las coñas. Y cara al ciudadano, el tufillo que depara el cargo
político, es de gente aprovechada de sus cargos, que se hace de oro en el menor
espacio de tiempo que le dure el cargo y luego a vivir que es presente.
Denigrante que un país desconfíe de su clase política, y no hablemos de la
clase bancario-financiera, a estos hay que echarles de comer aparte en
credibilidad social. Están en el momento más paupérrimo de la historia moderna.
Si hablamos de los estamentos y poderes judiciales, más de lo mismo. Su
credibilidad está en entredicho por sus incongruencias y desaciertos, a todos
los niveles y sigue increscendo alarmantemente, la politización del poder
judicial, es algo que hay que hacer
desaparecer ipso-facto. Mientras no sea así. La justicia ya no es ciega,
sino que tiene prismáticos. Esta crisis, la hemos creado todos por nuestros
afanes egoístas e insaciables de acumular riqueza, inherente al ser humano por
si mismo sea dicho de paso. Y en ello, mientras unos se pudrían de riqueza,
otros se iban a la bancarrota y al abismo. El otro lado de la moneda, somos el
resto, el trabajador, o ya desempleado, el enfermo, el anciano, la infancia y los jóvenes que un servidor
siempre creyó que eran el futuro de un país, hete aquí que no es así para el
Gran Capital, son un gasto, y grave problema económico. En fin seguiremos con esto amigos. Un
saludo, Saude e Terra.
Fdo. Eduardo Rubianes Calvo
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