La Esquina de Eduardo Rubianes

LA ESQUINA: LA SODOMA FINANCIERA

Amigos: “Las leyes guardan silencio cuando suenan las armas”. (Marco Tulio Cicerón). Los Paraísos Fiscales, es un territorio o Estado que se caracteriza por aplicar un régimen tributario especialmente favorable, a los ciudadanos o empresas no residentes, que se domicilien a efectos legales en los mismos. Tipicamente estas ventajas, consisten en una exención casi total o una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos. A todo ello, hay que añadir, que son, el paradero final de las ingentes cantidades de dinero negro y del ilegal, obtenido fraudulentamente en negocios de corte delictivo, mafias del delito en tráfico de drogas, de armas, de prostitución, juego, etc. Mediante una telaraña tejida, a base de sociedades y testaferros interpuestos, creando sociedades, que para nada tienen, ningún tipo de ingreso económico ni desarrollo de trabajo alguno, se ingresan en las mismas, el montante económico a blanquear, dando apariencia legal de ser obtenido por las mismas. La opacidad de la banca de estos territorio es absoluta, lo que da pie a que cantidad de sectores económico-financieros, y otros de economía fraudulenta, se refugien en ellos, desde ahorradores privados a inversores, empresa de importación y exportación, Fundaciones, hasta grandes multinacionales, bancos, aseguradoras y negocios que obtengan beneficios oscuros, y o delictivos y o fraudulentos. Estos territorios o pequeños países, se cree, que han logrado acumular casi la mitad de la riqueza privada de todo el mundo. Tan solo, estamos hablando de miles y miles de billones con B de dólares. Casi nada. Por supuesto aquí nadie mete mano, o casi, en contadas ocasiones, los bancos de estos lugares han colaborado minimamente con las fiscalías de blanqueo de capitales para el esclarecimiento de delitos muy graves, terrorismo, y narcotráfico generalmente. E aquí amigos, la madre del cordero. Unos cuantos cientos de entidades, tienen el dinero de millones de personas, escondido y a buen recaudo. Mientras Caritas triplica el número de usuarios que utilizan sus comedores. Y el tercer mundo se muere de hambre. Una puñetera vergüenza y como antes apunté, nadie mueve un solo dedo, para esclarecer esta Sodoma financiera. Lo pagan los de siempre. Como siempre. Un saludo amigos. Saude e Terra. Fdo, Eduardo Rubianes Calvo